El avión es uno de los modos de transporte más eficaces y más rápidos de nuestra época. No obstante, para muchas personas, comprender cómo un objeto tan pesado y sólido puede volar puede parecer todo un misterio. En realidad, la capacidad de un avión para volar se debe, principalmente, a dos principios físicos importantes: la sustentación y la resistencia aerodinámica.
¿Cómo crean sustentación las alas del avión?
Las alas del avión crean sustentación utilizando el principio de Bernoulli, que establece que la presión de un fluido se reduce cuando su velocidad aumenta. El ala del avión está diseñada con una forma curva que acelera el aire que pasa por encima de ella. La aceleración del aire provoca una disminución de la presión, creando así una zona de baja presión encima del ala. De forma paralela, el aire que pasa por debajo del ala se ralentiza, creando una zona de alta presión en la parte inferior de la misma. La diferencia de presión entre los dos lados del ala crea así una fuerza ascensional, denominada sustentación, que permite que el avión se eleve en el aire.
¿Por qué el avión debe alcanzar una determinada velocidad para despegar?
En cuanto a la pregunta respecto a por qué el avión debe alcanzar una determinada velocidad para despegar, esto también está relacionado con la sustentación. Para crear una sustentación suficiente que permita sostener el peso del avión, es necesario que el avión se desplace a una velocidad determinada. Esta velocidad recibe el nombre de velocidad de despegue. Cuando el avión alcance esta velocidad, las alas generan sustentación suficiente para elevar el avión en el aire. Por este motivo, los aviones precisan pistas de aterrizaje para acelerar antes de despegar. En resumen, el avión puede despegar gracias a la sustentación generada por las alas y a la velocidad de despegue.